Que está borracha por demás otra vez...

Quiero dejar constancia de que, a causa de la ola de rememoraciones de los últimos momentos, he llegado a la conclusión de que la morocha de rulos con la Coca Light ha sido partícipe, cómplice y hasta artífice de las peores borracheras de mi vida. Difúndase y archívese.




Por los elefantes celestes, los rosas, las radios y los jabones.
Por las noches de lluvia vendiendo entradas punk para ir a otra parte.
Por los años nuevos, los cumpleaños o las noches cualquiera.
Por los cupos agotados.
Por los tragos guardados en la cartera.
Por tu mamá que nos prendía el aire y nos traía Sprite.
Por decidir firmemente no ir a interrumpir bodas ajenas.
Por las películas de verano, de invierno, de día, de noche.
Por las millones de cosas que podrían continuar esta lista.

Y también por haber conformado este trío que tantas alegrías nos trajo...

¡Brindo por (y con) las mujeres que derrochan simpatía!